#LIBROSALDESNUDO: ESCRIBIR PARA JUSTIFICAR LA EXISTENCIA
Por Jaime Garba @jaimegarba
Con el paso de los años los lectores se han vuelto cada vez más exigentes, han pasado de la admiración y sacralización de los clásicos, al goce y reconocimiento de generaciones como el Boom Latinoamericano y la literatura del Crack, en México; depende del eclecticismo y de los gustos personales, que el lector evolucione de los franceses y los rusos del siglo XVIII, a los norteamericanos contemporáneos o a los españoles del siglo de oro. Lo anterior sólo por poner un ejemplo de ruta lectora. No importa la geografía, el lenguaje y el contexto histórico, la magia de la literatura se deposita en el presente y cada obra es gozada y juzgada por los ojos críticos de quien nunca ve consumida la necesidad de devorar palabras: la bendición y la maldición de quienes amamos los libros.
Es por ello que la búsqueda de nueva literatura es riesgosa, pues qué se puede escribir hoy que no se haya hecho ya, cómo contar las pasiones humanas, las dudas, los temores, las psiques; si estos tópicos se han abordado miles de veces. Pareciera un callejón sin salida, pero cuando tomamos un libro o conocemos a un autor que revitaliza los temas, un respiro profundo sale de nuestros cuerpos y seguimos en el vertiginoso cause de la literatura.
De entre los muchos escritores que crean con pluma novedosa podemos citar a Lola Ancira (Querétaro, 1987), escritora mexicana intrépida que apuesta a una narrativa compleja y laberíntica que seduce y provoca la creatividad del lector. Ancira estudió Letras Modernas en Español en la Universidad Autónoma de Querétaro, ha colaborado en distintos medios y actualmente es editora en Ediciones B. Una de sus obras representativas es “Tusitala de óbitos” (Pictographia Editorial) un libro de relatos que exige de quien lo lee lo mejor de su capacidad imaginativa, porque cada cuento -que transita los senderos de la muerte, lo fantástico y lo onírico- constituye un poderoso logro literario. A partir de la lectura de Tusitala… tuve el gusto de conversar con Lola en exclusiva para Playboy México, donde nos devela los secretos y la inspiración de su trabajo.
JG. ¿Cuál fue tu primer contacto con la literatura?
LA. Leer literatura fue un acto que me inculcaron mi madre –quien me regaló mis primeros libros- y la escuela -específicamente la primaria-. A pesar de que ambas eran figuras de autoridad, nunca lo sentí como una imposición, siempre lo disfruté.
JG. ¿Qué libros y autores te impactaron?
Durante mi infancia, “El gnomovil”, de Upton Sinclair y un libro de mitología griega. Algunos años después me fascinó “La tumba”, de José Agustín, “Las batallas en el desierto”, de José Emilio Pacheco y las compilaciones de cuento de Horacio Quiroga y Edgar Allan Poe. Más tarde me conquistaron los argentinos Jorge Luis Borges, César Aira, Bioy Casares, Alejandra Pizarnik, entre otros.
JG. ¿La literatura surgió en ti como un gusto o una necesidad? ¿Cómo te interesó el acto de escribir?
LA. Ambas. En cuanto a mi creación literaria también la escuela fue un punto clave, en el primer semestre de preparatoria una de las primeras tareas fue escribir un cuento. Descubrí que había una forma de crear aquello que me encantaba leer y desde entonces no me he detenido. Escribo para intentar descifrar infinidad de cuestiones y obsesiones a través del lenguaje y su fuerza.
JG. ¿Crees en el deber moral y político del escritor?
LA. No, pero sí en el deber literario, en que la obra cumpla ciertas características esenciales para poder considerarla literatura.
JG. ¿Crees en la literatura de género? Es decir, en aquella que se divide entre la escrita por hombres y por mujeres, con sus correspondientes tópicos.
LA. No, para nada. Creo en la literatura sin género, aquella que no se encasilla en el sexo de su autor. Lo mejor que puede suceder en un libro es precisamente concebir una ambivalencia en las voces, desdibujar los límites de lo que se considera femenino y lo que se considera masculino. Trastocar convencionalismos, eliminar categorías.
JG. Tu escritura me parece compleja en sentido estricto, y lo digo como un halago, por lo menos esa impresión me da “Tusitala de óbitos”, como el producto de una potente imaginación pero a la vez de un largo trabajo de arquitectura literaria. ¿Cómo lograste hacerte este estilo, cómo construyes tus textos?
LA. Tusitala… es el resultado de varios años de lectura y escritura. No asistía a un taller literario ni trabajé mis textos con colegas. Lo que tenía en mente era el estilo de grandes autores (mis mentores), pero siempre fui consciente de que nunca podría igualarlos. Gracias a ellos supe cómo quería escribir y traté de hacerlo de la mejor manera posible. Siempre construyo mis textos de la misma forma: empiezo por el final. Teniendo un desenlace en mente, desarrollar el relato me resulta más conveniente.
JG. En Tusitala… algunos cuentos me parecen crudos, oscuros y desalentadores, pero percibo hay entre líneas una reflexión sobre la condición humana. ¿Cuál dirías es el objetivo del libro?
LA. En este libro indago sobre la muerte, el dolor, la pérdida, lo onírico y lo fantástico, temas que me han interesado desde siempre. El objetivo de mis relatos es tratar de entender estas experiencias, analizar y encausar mis pensamientos. Como decía Ray Bradbury: “estar vivo es un privilegio, no un derecho”, así que escribo para justificar mi existencia.
JG. Tusitala… es un universo en sí mismo, los personajes, los escenarios… aunque distintos y con sus propios elementos, dan la impresión de pertenecer a un mismo cosmos. ¿Cuál fue la génesis del libro además de, por qué el título y qué relación mantiene con cada uno de los cuentos?
LA. Los aborígenes de las Islas del Pacífico Sur apodaron “Tusitala” al escritor Robert Louis Stevenson, y significa “El que cuenta historias”, así que me tomé la libertad de apropiármelo. No escribí los relatos de Tusitala… con una unidad temática en mente, sino que fue el resultado de una selección. Tras notar que lo que unía a los cuentos era la muerte, decidí agregar la palabra óbito en el título para hacer referencia a esto.
Más sobre Lola Ancira en: http://letrasymaullidos.blogspot.mx/